Entrevista a Lorenzo Castelreanas en La Voz libre

Zaragoza.- Lorenzo Castelreanas Puyó, originario de Sigüés, un pequeño pueblo de Zaragoza, es el presidente de la Asociación Lengua Común, una nueva entidad constituida en el verano de 2009 como respuesta a la tramitación parlamentaria de la Ley de Lenguas de Aragón. Además, es afiliado a la Asociación por la Tolerancia, de Cataluña.

– ¿Por qué tomaron la decisión de crear la Asociación Lengua Común?

- Porque nos dimos cuenta de que no había ninguna otra plataforma similar en Aragón. En principio fuimos doce socios constituyentes los que dimos origen a la asociación, y actualmente nos encontramos en fase de expansión. Vamos a realizar nuestra presentación a la sociedad y para ello estamos elaborando los documentos necesarios, pero además vamos a establecer unos servicios jurídicos que una vez que la Ley de Lenguas de Aragón entre en vigor serán más que necesarios.

- ¿Por qué decidió afiliarse a Tolerancia?

- Porque vi que la lengua iba a ser un problema vital en Aragón. Me di cuenta de que se estaban empezando a pisotear derechos básicos reconocidos en la Constitución y creí necesario hacer algo.

“LA LEY DE LENGUAS DE ARAGÓN PROVIENE DE LAS LEYES LINGÜÍSTICAS CATALANAS”

- ¿Cuál es la postura exacta de la Asociación Lengua Común respecto a la Ley de Lenguas de Aragón?

- La Ley de Lenguas declara como lenguas propias de Aragón tanto el aragonés como el catalán, pero no el castellano, que considera “lengua oficial”, lo que en algunos círculos se asocia a procesos coloniales. Eso significa que automáticamente los derechos de los hablantes de castellano como lengua materna y común, que la Constitución reconoce, se pueden ver conculcados por las leyes lingüísticas. El castellano o español no sólo es la lengua mayoritaria oficial sino que también es una lengua propia y de uso predominante, pero esta ley no lo contempla así. Sobra decir que la Ley de Lenguas de Aragón proviene de las leyes lingüísticas catalanas. Cuando el nacionalismo catalán quiso propugnar el bilingüismo, haciendo presente el catalán, se basó en el concepto del catalán como lengua materna, un concepto reconocido por la UNESCO. Sin embargo, una vez que el catalán estaba instaurado, el paso siguiente era suprimir ese bilingüismo y marginar el castellano, para lo cual lógicamente había que obviar el concepto en el que se habían apoyado previamente, ya que en caso contrario se verían obligados a reconocer que el castellano era la lengua materna del 60 ó 70% de la población catalana. Esta concepción se ha extendido a Aragón, por lo que en nuestra Ley de Lenguas también se ha ignorado dicho concepto.

- ¿Piensan que debería promocionarse el aragonés y el catalán en Aragón? ¿Cómo lo harían?

- Por supuesto. Nosotros somos partidarios de que se proteja y se promocione el aragonés y el catalán desde el punto de vista cultural, pero somos totalmente contrarios a su cooficialización. En otros países europeos existen modelos de preservación, protección y promoción de las lenguas que no pasan necesariamente por la cooficialización, sino por la oficialización en términos meramente culturales y mediáticos.

- ¿Cómo cree que va a afectar la Ley de Lenguas a Aragón?

- Hoy se debate en las Cortes el proyecto presentado por el PSOE, al que presuponemos que se le incorporarán las enmiendas introducidas por Chunta Aragonesista. Una vez que la ley entre en vigor, empezarán a surgir problemas. Calculamos que en cuestión de dos o tres años la gente comenzará a percatarse del verdadero alcance de la ley, la cual está siendo elaborada en medio del absoluto desconocimiento de la sociedad civil aragonesa.

- El proyecto de Ley de Lenguas presentado por el PSOE declara la “voluntariedad” y la “territorialidad” del aragonés y del catalán, pero no su cooficialidad.

- Es cierto, pero gracias a una intervención nefasta del PAR y del PP esa cooficialidad que el PSOE no introducía va a ser posible. La Ley del Patrimonio Cultural, aprobada en 1999 por el Gobierno del PP y del PAR, manifiesta explícitamente en su artículo cuarto que el aragonés y el catalán son lenguas propias de Aragón. Posteriormente, en una segunda disposición derogatoria, manifiesta que una futura Ley de Lenguas deberá fijar la cooficialidad de ambas lenguas. El PSOE, que quería controlar dicha cooficialidad para no verse obligado a incorporarla de inmediato, presentó una enmienda para derogar esa disposición de la Ley del Patrimonio, pero ese intento se vio frustrado porque el PAR se abstuvo y, vergonzosamente, el PP votó en contra. Resulta irónico que mientras que el PAR y el PP están montando unas auténticas bufonadas junto a la Plataforma No Hablamos Catalán con objeto de intentar provocar el desgaste político del PSOE, resulta que existe una legislación elaborada por ellos donde se habla del aragonés y del catalán como lenguas propias de Aragón y se declara que en el caso de que se elabore una Ley de Lenguas, esta debe contemplar su cooficialidad. Y son incapaces de apoyar al PSOE para derogar estos extremos.

“LA CHA Y EL PAR QUIEREN QUE EL ARAGONÉS SEA LA LENGUA QUE CONSTITUYA LA IDENTIDAD NACIONAL”

- El proyecto presentado por el PSOE permite que el aragonés y el catalán se promocionen pero incide específicamente en que sólo será posible en sus territorios de desarrollo o de expansión. ¿Qué cree que implicaría la oficialidad?

- Esta ley es muy etérea, una simple exposición de intenciones, pero su aplicación dependerá de lo que decida el Consejo Superior de las Lenguas de Aragón, un organismo que se constituirá una vez aprobada la Ley de Lenguas y que determinará la política lingüística de Aragón. Lo que ocurre es que el partido que realmente ha estado detrás de las iniciativas y ha tomado el protagonismo es Chunta Aragonesista, aliado preferente y casi filial de ERC. Además, tanto la Chunta como el PAR coinciden en que el aragonés tiene que ser la lengua que constituya la identidad nacional y con el tiempo las bases de un nacionalismo aragonés. Para ellos, es el aragonés el idioma que debe ser realmente cooficializado, el destinado a desplazar al castellano, y el catalán se quedará en una zona circunscrita.

- El número de hablantes de aragonés no llega a los 10.000 ¿Cree que una lengua tan pequeña puede llegar a desplazar en algún momento al castellano?

- Sí, y por una sencilla razón: porque no lo han planteado como un derecho individual sino territorial. Las leyes hablan de “territorios de uso predominante de las lenguas”, de “zonas de utilización histórica”, pero no se atreven a decir cuáles son, sino que lo posponen a lo que decida el Consejo de Lenguas. Pero además de esto hay un apartado realmente tenebroso que determina la existencia de zonas de “transición-recepción”, esto es, de aquellas ciudades que no pertenecen a estas zonas de utilización de lenguas propias, pero que teóricamente son receptoras de ciudadanos aragoneses con una lengua distinta al castellano, lo que inevitablemente nos remite a Zaragoza. En cuanto entre en vigor esta ley todos estos grupos ligados al PAR y a la Chunta empezarán a dirigirse a la administración en aragonés, y esta deberá responderles en su lengua. Está claro que va a ser un proceso lento pero la cooficialidad puede acelerarlo.

- ¿Cuál es la principal pega que plantean a la cooficialidad?

- Una vez que la Administración declara una lengua como cooficial, esta se introduce en la enseñanza. Inmediatamente después de la Ley de Lenguas, viene la de educación, que es la que concretará todos esos aspectos.

- ¿Cómo cree que debería incorporarse el catalán y el aragonés a la enseñanza en Aragón?

- Somos partidarios de la promoción y del fomento del aragonés (el catalán no hace falta, ya que en la zona oriental ya existen multitud de asociaciones culturales pancatalanistas espléndidamente financiadas por la Generalitat e incluso apoyadas por el Ministerio de Educación y por la Diputación Provincial de Huesca). Sin embargo, pensamos que todas las leyes de normalización que se han hecho en España se han concebido desde unos principios totalmente equivocados. Se les ha dado la iniciativa a los nacionalismos, que a partir de la lengua desean crear una serie de entidades nacionales. Debería haberse enfocado de una forma similar a como se ha hecho en Europa, donde se han fomentado y promocionado las lenguas regionales pero con ciertos límites. La propia Carta de las Lenguas Europeas reconoce que España es el lugar que más protege y fomenta sus lenguas, y sin embargo está recibiendo continuos ataques por tener grupos ligados a los nacionalismos.

- El principal motivo de discusión que ha impedido que la Ley de Lenguas salga adelante antes ha sido la discusión entre si lo que se habla en Aragón Oriental es o no catalán. ¿Qué opina?

- El PAR, el PP y la No Hablamos Catalán no ponen en cuestión la política de cooficialidad, sino que sólo discuten acerca de si lo que se va a oficializar es el catalán o “modalidades lingüísticas aragonesas”. Pero este no es un asunto baladí, ya que hay muchos puestos de trabajo en juego. El tema de catalán o de no catalán ya está resuelto. Hace un tiempo, el Tribunal Supremo dictaminó que a efectos filológicos, el valenciano y el resto de modalidades de Baleares y de Aragón pertenecen al tronco del catalán. Esa es la realidad. El problema es la cooficialización.

- ¿Cuál cree que es el origen de esta polémica?

- Para entender esto hay que comprender cuál es la situación política de Aragón. El PSOE de Aragón está controlado por un grupo muy reducido que pertenece a la zona oriental: el presidente Marcelino Iglesias; el matrimonio formado por Eva Almunia y Carlos Escó (el poder fáctico en la sombra); el presidente y el vicepresidente de la diputación de Huesca; la jefa del gabinete de prensa (María Cuartero, la esposa de Marcelino Iglesias); y el alcalde de Camporrels, Pascual Antillach, director del gabinete de prensa. Este es el grupo que controla y domina en el PSOE de Aragón. Además, algunos de ellos están ligados a Òmnium Cultural, aunque intentan que no se sepa. El propio Marcelino Iglesias fundó la sede de Òmnium en la Ribagorza oscense. Sin embargo, Marcelino sólo es una comparsa. En estos momentos está de retirada y el PSOE de Aragón está preparando el terreno para Eva Almunia. Ella fue consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón y en estos momentos está como secretaria de Estado en el Ministerio de Educación y en la Oficina de Desarrollo Autonómico. Además, es mano derecha de Zapatero. Lo que este grupo pretende es crear una situación en la cual el nacionalismo catalán no se vea molestado ni enfadado por las leyes lingüísticas de Aragón. Lógicamente esto son terrenos minados, por lo que había que hacerlo con pies de plomo; esa es la razón por la que el PSOE dejó que fuera Chunta quien tomara la iniciativa.

- ¿Qué medidas tomarán una vez que se apruebe la Ley de Lenguas?

- La estudiaremos y formaremos un equipo jurídico para que todas aquellas personas que vean marginados sus derechos puedan pedir consejo. Asimismo, se la enviaremos a juristas con experiencia en este campo para que nos digan si esas leyes dejan unos recovecos y unas fisuras por las cuales se puede introducir perfectamente la ley de política lingüística catalana. Además, elaboraremos propuestas políticas que trasladaremos a partidos que consideramos receptivos a nuestras posiciones.

Puede leer la entrevista aquí

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